El proceso de recuperación de una raza, o más bien deberíamos llamarlo, selección, depuración y oficialización de un perro (porque la raza, si es que lo es, ya existe de hecho aunque muy mezclada y diversificada..) es largo y costoso en tiempo, esfuerzo, ilusión y dinero, requiere de la colaboración de varias instituciones y colectivos (sociedades caninas, universidades, grupos de particulares etc), todo ello realizando una base teórica a raiz de censos, tomas de datos etc y numerosos estudios veterinarios, genéticos, morfológicos etc,  así como el cruzamiento controlado de un nº de parejas (ejemplares que se estiman son los mas “puros”, aspecto donde puede influir mucho las creencias y prejuicios de los seleccionadores) para analizar su evolución (núcleos de cria), realizándose estudios longitudinales para verificar resultados, todo ello bajo estrictos protocolos determinados por normas internacionales y criterios científicos (cinofilia). Tras todo este esfuerzo, cuando se declara oficialmente recuperada una raza, parece que tenemos por fin un estándar de características que imperará durante muchos años sometiendo a criadores y aficionados a esos rangos que dicen como debería ser el perro, por eso es un proceso de mucha responsabilidad y que debería ser lo más objetivo y amplio posible.

Cachorrita de 2 meses



En la actualidad el carea está siendo estudiado, que sepamos nosotros, por al menos tres grupos en Castilla-La mancha (el grupo con mayor trabajo avanzado), Castilla-León y el nuestro en Andalucía. Quizás con los años y fruto entre otros de estos trabajos se logre la esperada estandarización, que es la base para conseguir la difusión y “rescate” para el gran público del perro. Así mismo, la Real Sociedad Canina Española, ha tipificado ya un “Grupo Étnico”, el paso previo a la declaración oficial como raza, con la denominacion "Carea Castellano Manchego", pendiente de mayor estudio y concreción, puede verse en este enlace un PDF resumen con sus características, que en líneas generales es una descripción muy acertada, si bien discutiremos algunos aspectos en este apartado de nuestra web, que en nuestra opinión hay que estudiar mucho mejor.

hembra arlequinada



En primer lugar queremos hacer un llamamiento a la prudencia, y para ello usaremos la experiencia y lo que sabemos de dos de los últimos procesos de estandarización de razas españolas, el Perro de Agua (PDA) y el Bodeguero Andaluz, para describir algunos errores y tendencias con  los que hay que tener cuidado:

 

-Es de destacar en el documento de la RSCE por un lado la restringida zona de area de difusión citada, y la denominación de “perro carea castellano manchego”, que en nuestra humilde opinión debería repensarse despacio y estudiarse mejor. Si bien muchos pastores lo llaman simplemente “carea”, la denominación clásica, que aparece incluso en catálogos antiguos de razas españolas, y como muchos pastores también lo conocen ancestralmente, es “carea castellano”. Ni los animales ni los pastores que en su día los movieron por la peninsula, sabían de autonomias modernas ni fronteras políticas, y si por lo que sabemos y nos indican muchas personas que participan en nuestra web, el perro se encuentra en 8 comunidades (Castilla y León -la vieja-, Aragón, Castilla la mancha -"la nueva"-, Madrid, Extremadura, Andalucía, y algo en Murcia y Valencia), unido al desconocimiento real sobre los orígenes del perro, llamarlo con el apelativo “Castellano” ya es suponer mucho, aunque quizás deberíamos mantenerlo por la tradición del nombre y porque una mayoria de indicios apuntan hacia Castilla como fuente original, pero localizarlo aún más con el apellido “manchego”, podria ser una acotación que puede hacer perder la dimensión real y el alcance de la raza, empobrecer el proceso de estandarización y su posterior difusión. Esto ya ocurrió y fue fuente de conflicto, con el perro de Agua, pues los investigadores más avanzados eran andaluces, y al principio se plantearon el nombre “Turco andaluz”; pero cuando se fueron uniendo conocimientos de otros grupos de trabajo, y ampliando el censo a nivel nacional (con comunidades de perros censados que llegaban hasta Cantabria..), se vio que había que buscar un nombre más extensivo y se consensuó como “Perro de Agua Español”, lo cual desde la perspectiva actual fué todo un acierto, siendo una razá totalmente consolidada y enormemente popular a día de hoy tanto en España como en el extranjero.

 

Carea de las estribaciones de sierra morena por Córdoba

-El problema de tomar la parte como el todo: a pesar de que se usen criterios científicos, nuestra psicología es bastante endogámica, tendemos a pensar que en nuestras zonas están las poblaciones mas abundantes y con ejemplares más "puros", signifique lo que signifique esto, obviando la diversidad de otras zonas y perdiendo la perspectiva global, en definitiva nos anclamos en un paradigma que puede ser excluyente. Si la muestra no es suficiente, tanto la caracterización como los núcleos de cría etc que se formen estarán restringidos por esa cercana y reducida consanguinidad, y si esos parámetros son los que se elevan a categoría y pasan al estándar, nos podemos encontrar conflictos cuando luego aparezcan caracteres diversos en otras zonas geográficas o fruto de la investigación de otros grupos de trabajo. Eso ya ocurrió con el Perro de Agua, donde el proceso de realizar el estándar quizás fue demasiado acelerado y monopolizado por unos pocos, y ha sido fuente de conflictos y ha dejado fuera  a excelentes perros que no se someten a ese rangos seleccionados (perdiendose morfologias adaptadas al trabajo con ganado, en post de criterios esteticos de concurso, o colores preciosos como el dorado, los oritos, los adalmatados..), provocando cismas entre los distintos criadores que se arrastran hasta nuestros días y ya tienen difícil solución al haberse perdido para siempre esa riqueza genética. Actualmente aparecen problemas en el perro de agua, como la displasia de cadera y otros, quizás fruto de aquella restringida muestra que se seleccionó para el estandar, y cuando los criadores tratan de buscar perros aislados para refrescar la genética y evitar estos problemas derivados de la excesiva consanguinidad, se encuentran con el drama de que ya no existen perros aislados primitivos con los que hacerlo (ya que la mayoria de los actuales proceden o tiene mezcla genetica con aquel nucleo pequeño de perros seleccionados para el estandar) un problema definitivamente irresoluble.



-Además hay que pensar en la situación real de campo: muchos perros de pastor se crían de forma austera, comiendo frugalmente y segun según sea el dueño, con alimentos a veces poco nutritivos (aunque tambien hay pastores que los alimentan solo con carne), y sometidos a un duro ejercicio desde pequeños. Cuando luego una raza se populariza y se cría sin esta dura disciplina, con buena alimentación y sin limitaciones proteicas, ocurre por ejemplo que los perros “se van de talla”, fenómeno que los criadores del Perro de Agua constatan y que los obliga incluso a subalimentarlos de cachorros para entrar en el estándar, o que ha obligado a ampliar el estandar de talla en el caso del Gos D´atura. Nos ha ocurrido que hemos visto a veces careas bastante grandotes, supuestamente en perros más cuidados, mejor alimentados o con menores dosis de campo.

 

-Los núcleos de cría: tienen que estar en lugares y con personas muy responsables, para evitar distorsiones o falta de control de los cruzamientos, pérdidas de perros etc. Asi mismo, la selección no solo morfologica sino funcional y de caracter es dificil si no se revierten de nuevo los perros a un contexto de trabajo, en el cual va a ser dificil que un pastor "aguante" un perro si no trabaja bien. Por eso en el Bodeguero Andaluz, los núcleos de cría se dejaron a entidades muy responsables, con recursos y muy implicadas, como fue el ejercito (unidades de caballería) y empresas viniviticolas, donde se controló mucho a los perros y se les hizo trabajar en condiciones reales, consiguiendo excelentes resultados.

 

 

 

En el caso concreto de la Asociación de Criadores del perro Castellano Manchego, (y el correlativo documento de tipificación como grupo Etnico realizado por Carlos Salas para la RSCE), es enormemente loable y meritorio el trabajo que están haciendo por recuperar y dar a conocer estos perros. Pero en nuestra humilde opinión, y pendientes de dictamentes geneticos, tenemos dudas de si hay en estos perros diferencias morfologicas significativas respecto a los Careas que encontramos en otros puntos de España, con la salvedad de que en esta zona entre Toledo y Avila parece haber un gran numeros de perros con mascara y color crema de forma predominante. Dejamos unas preguntas en el aire: ¿es quizás un subtipo con una genetica propia dentro del Carea Castellano o solo una selección por parte de los pastores de determinados colores y matices en una zona geografica?. Cuando aun estamos solo al inicio de la investigación del Carea Castellano a nivel nacional ¿se justifica empezar a hacer divisiones o subgrupos sin un gran censo global previo que nos de una idea de conjunto de este perro a nivel nacional? Por ejemplo en la Sierra de Segura entre Jaén y Albacete aparecen perros mayoritariamente de color beige, pelo algo largo, muy fuertes y de tamaño algo mayor de lo normal (quizás por la existencia de mucho ganado vacuno en sus aledaños), ¿justificaría este pequeño grupo existente en un radio de 60km, realizar un grupo etnico aparte, cuando en cuanto a morfologia, funcionalidad, caracter etc son Careas practicamente identicos al resto?...       ¿No podríamos volver a encontranos en el futuro con procesos de seleccion restrictiva, de coger la parte por el todo, de empobreciemiento genetico irreversible como el ocurrido triste y irreversiblemente con el perro de Agua?

 

 

Por todo ello hacemos desde aquí un llamamiento a la cautela y a la humildad en el estudio de este perro, a evitar particularismos y no tener prisas, proponemos sumar esfuerzos y realizar un censo real y amplio de la raza a nivel nacional, intentar que haya coordinación entre los distintos focos de estudio, sumar y consensuar resultados, y que todo ello algún día culmine en un estándar lo más acertado y real posible, por el beneficio del perro y para evitar que ninguna característica, subtipo etc se queden relegados al olvido. Sería una pena que llevados por la prisa, la notoriedad o los particularismos, se volviera a repetir el proceso nefasto que ha ocurrido con otras razas españolas de selecciones muy forzadas, que ha derivado en ingentes perdidas de riqueza genética.